
Cuando despertó, el sepulturero todavía estaba allí.
Oía como los tumultos de arena repicaban sobre la tapa del féretro. Inhalo como respirando por primera vez, y supo que le quedaba una ínfima cantidad de oxígeno dentro de su apretada prisión.
Estaba sediento. Mojado en su sudor de quizás horas.
«Esto es una pesadilla. Ya voy a despertar», dijo con los ojos apretados, pero al abrirlos continuaba dentro de aquel agujero infernal que pronto terminaría por convertirse en el lugar de su muerte.
Lanzó gritos, patadas y puños pero afuera sólo se escuchaba el silencio.
O___O Qué horror, no quiero ni imaginarlo, ¡en serio!!! Bastante impresionante diría yo, me recuerda a Poe y su miedo asérrimo a ser enterrado vivo, Nos leemos 😀
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Hola Veronica jejejej gracias:D
si creo que este lo podemos incluir en nuestra lista de peores formas de morir jajajaja
Nos leemos, feliz domingo
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Me encanta. Con poco has conseguido trasladarme al escenario. Te seguiré leyendo.
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Es genial cuando me comentan, y te agradezco que pasarás por mis micros 🙂
Me daré una pasada por tu blog !!
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