
Una de las razones por la que fracasamos en el logro de las metas propuestas a inicio de año, es que en un «arranque de ambición» tratamos de abarcar más de lo que podemos. Y aunque a mí me encantan los retos creo que es mala idea meternos en retos descabellados. Por lo que antes de hacernos metas de año nuevo debemos auto analizarnos como escritores siendo realistas, reflexionar en que escalón nos encontramos.
Si nunca has escrito una novela no te pongas como meta escribir dos en un año, porque no lo vas a lograr, ni por más optimista que seas. Luego del “momento realista” deberíamos darle un vistazo a los logros obtenidos el año anterior, reconociendo lo que debemos dejar de hacer, y lo que debemos empezar a hacer. Solo en ese punto es que deberíamos plantearnos los propósitos de año nuevo.
Nunca te compares con otros escritores. A mí me ha pasado, y es un error terrible que hace mucho daño. Cada escritor es diferente, no solo por su estilo a la hora de crear una obra literaria, sino también en cuanto a su «nivel”. Es decir: capacidades, productividad, experiencia, competencia…
Piensa en qué nivel estás tú. No puedes ponerte metas iguales a las de un escritor que el año pasado publicó tres novelas de 100.000 a 180.000 palabras cada una, y cinco relatos de unas 80.000 palabras, y que además tiene el súper poder de escribir 10.000 palabras al día. Tenemos que ser conscientes de que sus metas serían inalcanzables para un humano común como tú y yo. Jaume de Excentrya te dice la cruda verdad acerca de compararte con otros escritores y otras putadas que estás haciendo.
Y con esto no digo que esté mal tener a otros escritores como referencias, al contrario, puede motivarnos a crecer si los tomamos como modelos de inspiración.
1. Controla tu adicción a las Redes Sociales.
Si hay algo que realmente consume tiempo valioso es el cotilleo en las redes sociales. Y por si fuera poco nos saca totalmente de concentración; el timbre de una notificación de Facebook puede hacernos perder una estupenda idea que teníamos en cocción. El tiempo vuela cuando nos conectamos y saltamos de un perfil a otro stalkeando sin control. Evita eso estableciendo horas específicas para publicar en las redes y para contestarle a tus seguidores.
2. Deja de escribir sobre ese género que no te apasiona.
Nada nos vuelve más lentos e improductivos que escribir sobre temas o géneros de los cuales no somos fan o no nos gustan. Como escritor tienes que probar con todos los géneros pero en algún momento deberás quedarte con los que mejor te van. Si el género de fantasía nunca te ha gustado y te atascas cuando lo escribes, déjalo y enfócate en el que si te apasiona.
3. Reflexiona sobre tus prioridades.
Este asunto de las prioridades es vital porque como seres humanos no podemos hacer todo a la vez, el día solo tiene veinticuatro horas y la semana solo sietes días. Debes priorizar. Decide que cosas de tu vida valen la pena dedicarle mayor tiempo y esfuerzo, y las que no.
4. Escribe hasta en las paredes.
No serás un escritor sino escribes obras literarias, sino creas y produces textos. Así que escribe en cualquier momento y lugar. Sin pararte en corregir, deja que todo fluya y vayas creando un hábito. Escribir es como practicar algún deporte, hay que ejercitarse a diario, dedicarle tiempo para adquirir mayores capacidades, ser fuertes, rápidos y llegar al nivel de los grandes. La experiencia es lo que te va formando como escritor.
5. Cambia el método.
Sin duda alguna el año pasado algo falló. ¿Usaste las herramientas inadecuadas? ¿No organizaste tu tiempo correctamente? ¿No te apegaste al plan que estableciste?. Tienes que preguntarte que fue lo que hiciste mal y usar nuevas estrategias.
6. Dibuja un mapa.
No, no me refiero a que dejes de ser escritor y te conviertas en un cartógrafo. De seguro has escuchado hablar que los escritores se clasifican en: escritores de brújula y escritores de mapa. Los de brújula saben de donde parten pero no a donde llegarán. Son espontáneos y van dejando que a medida que escriben surjan personajes, conflictos y escenas. Mientras que los de mapa planifican la historia antes de ponerse a escribir el primer borrador; organizan la trama, las escenas, los puntos de giro, los personajes, etc… lo que les permite ser más productivo pues en esos momentos en que un escritor de brújula se queda sin ideas y se atasca un escritor de mapa no sufrirá ese problema. Por otro lado ser un escritor de mapa nos evita que aparezcan incoherencias en la trama o los personajes, y lo engorroso que resulta luego la revisión y corrección. Hay varios métodos en la red para planificar una novela o un libro, los cuales también puedes adaptar para escribir un cuento o relato corto.
Y tú, ¿Ya tienes tus propósitos de año nuevo?
Sabios consejos para ayudarnos a alcanzar esas metas (realistas como bien dices…) en este nuevo año que empieza. Genial mi vida. Un beso!!!!!!!!
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Espero te sirvan para tus metas corazón !!! Un beso 🙂
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