El thriller es un género literario importante, que cuenta con un amplio mercado y es respetado, con altas probabilidades de adaptaciones cinematográficas. Hay millones de lectores aficionados a su narrativa adictiva, caracterizada por altas dosis de tensión, suspenso e intriga, donde la pregunta ¿quién está detrás de todo esto? permanece página a página en la mente del lector hasta el final del libro. 

«Un buen thriller es aquel que está tan bien escrito que puede ser leído por puro placer después de conocer el desenlace», Laurie Valls-Russells.

 

«El argumento de un thriller es como un campo de minas», Juan Gómez-Jurado.

 

 

Entonces … ¿Qué es un thriller?

Un thriller es una obra literaria de ficción en la que se hace un mayor hincapié en la tensión, aunque es sabido que todos los relatos (independientemente de su género) se apoyan en cierto grado en la tensión.

En los thrillers la tensión es un ingrediente imprescindible. 

La asociación International Thriller Writers define como «un repentino pico de emociones, excitación, suspenso, miedo y regocijo que conduce a la narrativa, a veces sutilmente con subidas y bajadas, otras con un ritmo constante y a toda velocidad».

 

¿Cuales son los tipos de Thriller que existen?

El novelista Jute André  no solo escribe libros de ficción sino también de no ficción. Es profesor de escritura creativa, diseño gráfico e ingeniería. Hay alrededor de trescientas ediciones de sus libros en inglés y una docena en otros idiomas. Una de sus novelas de mayor éxito es el thriller ‘The Zaharoff Commission’. Gracias a su experiencia escribiendo thrillers publicó el libro ‘Escribir un thriller’ para ayudar, animar y encauzar al escritor novel en la escritura de su primer thriller.

Veamos la clasificación que da este autor:

El procedimiento policial

Se trata de una ramificación de la novela policíaca que exige reflejar procedimientos policiales auténticos, precisa un conocimiento específico de cómo actúa el cuerpo policial. Este subgénero suele tener un contrapunto social. Una variación equivalente de este tipo de thriller es el que se trata sobre el modus operandi de los delincuentes mostrando el «procedimiento criminal». 

Detectives privados

Estas novelas tienen por protagonistas a un detective y poseen un amplio espectro y variaciones de acuerdo al tema como, por ejemplo, el entrometido intermediario de Oliver Bleeck y Ross Thomas, que recupera bienes robados para las compañías de seguros. «Si es usted feminista», dice un editor neoyorquino, «debería considerar seriamente crear una detective privada». libros de este subgénero tienen un excelente mercado en libro de bolsillo y sobre todo en películas para televisión y el cine.

Espías

Se trata del thriller arquetípico del siglo xx, aunque la formula es tan antigua como los cantares de gesta (cuyos intérpretes eran a menudo también espías). Es un subgénero resbaladizo, porque los editores están bastante saturados de libros sobre la guerra fría. Pero los espías no han muerto, simplemente, han encontrado otros objetivos (los narcotraficantes, por ejemplo) y medios de subsistencia (convirtiéndose en delincuentes). Tampoco debe olvidar, aunque apenas se comente, que gran parte del espionaje llevado a cabo por los espías oficiales no era de carácter militar sino comercial e industrial. Y en la era de las comunicaciones en la que hemos entrado, tales habilidades tienen especial importancia.

El thriller político

En Estados Unidos, este subgénero podría titularse «Armageddon en Washington», y en el Reino Unido «Pedofilia en las altas esferas». Se trata de historias de exigen un alto nivel de destreza, al objeto de que el lector se sumerja en esos ambientes y de ofrecerle retratos, ligeramente disimulados, de quienes detentan el poder.

El perdedor

Se trata de una versión del thriller de espías o del thriller político en el que —el protagonista no es una persona de alta posición ni que vive peligrosamente, sino un ciudadano corriente, un «perdedor». Por ejemplo, un periodista que se ve arrastrado a correr peligros en contra de su voluntad por fatales casualidades que lo enfrentan a secretos de Estado, corrupciones financieras de las multinacionales, delirios de políticos o un cóctel entre la política y los caballos de carreras. Una variante se centra en el vecino o vecina de al lado (pongamos por caso un contable, con quien se identifica fácilmente la clase media) lanzado al abismo por los fatales manejos del poder en la sombra.

El thriller psicológico

Se trata esencialmente de un tipo de novela acerca de personas corrientes o excepcionales que llevan una vida normal hasta que… Lo importante es que la influencia exterior, por lo general una persona malvada, debe ser un personaje construido con lentitud para que el desenlace sorprenda tanto a los personajes como a los lectores. Esto es bastante difícil de lograr y los éxitos que se encuentran en las estanterías de las bibliotecas son escasos y muy espaciados. El conocimiento de las motivaciones de los seres humanos, de lo anormal e incluso de la parapsicología, aunque no es esencial, resultará de utilidad para el aspirante a escritor de este tipo de thrillers.

El thriller espeluznante

Se trata de un thriller psicológico menos sofisticado. Suele apoyarse en fenómenos sobrenaturales para crear la tensión. Se trata de una especie de hijo bastardo de Edgar Allan Poe y Emily Brontë, y puede considerarse acertadamente un subgénero de la novela gótica. La exigencia de una gran tensión obliga a escribirlo con las técnicas propias del thriller.

El thriller apocalíptico

También la novela de catástrofes es un subgénero del thriller. Las catástrofes son algo perenne. Su éxito depende del tratamiento. Este subgénero es muy recomendable para el escritor de thrillers en ciernes. El desastre potencial casi crea sus propios personajes, el conflicto y la tensión vienen dados por la propia catástrofe, el ritmo también viene dado, y el momento más crítico se perfila ante usted desde el principio. 

La novela de aventuras

Las aventuras también son thrillers que sólo se diferencian de éstos por una motivación y un relato más directos. Pero, tal como antes he señalado, se requiere mucho talento para imprimir el ritmo adecuado a una novela de aventuras lo que acaso explica por qué no hay más escritores de novelas de este género.

Abogados…

Los thrillers sobre abogados son muy solicitados por los editores. Además, personajes como los forenses y otros servidores de la ley ofrecen también interesantes posibilidades.

… médicos

El típico thriller de médicos continúa atrayendo lectores. Para un autor de este tipo de novelas no tiene que ser un problema la documentación sobre los conocimientos técnicos porque los tiene tan al alcance de la mano, como tiene a su médico de cabecera o la biblioteca de su barrio.

… y agentes de bolsa

Se trata de un campo enorme y casi inexplorado. La documentación es ridículamente fácil de obtener y las tramas puede leerse a diario en las páginas de economía de cualquier periódico.

Aunque Jute no lo incluye, yo no puedo dejar mencionar el thriller favorito de mi esposo, el thriller histórico, que además desde el 2004 se estima que es uno de los subgéneros que más ha crecido por lo menos en España.

El thriller histórico

Estas novelas se desarrollan en un periodo anterior al actual (generalmente antes del XIX) y recrean, más o menos con acierto, el mundo y vivencias de la época a la que hace mención. También se hay tramas en las que se alterna la época actual con la histórica o directamente nos sitúa en la actualidad para tratar una trama que tuvo su comienzo en la antigüedad, pero  que se desarrolla plenamente en un plano actual. Normalmente se nos describen organizaciones semiclandestinas o desconocidas para el ciudadano común que pretenden unos objetivos globales en torno a algún misterio, objeto o reliquia del pasado, con su propia historia personal que los protagonistas o el propio narrador se encargan de ir desgranando a lo largo de la trama. 

Famosos thrillers de la literatura 

 El coleccionista, John Fowles. 

Las aventuras completas de Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle

El complot mongol,  Rafael Bernal. 

La maldición de Hill House,  Shirley Jackson.

Crímenes imaginarios, Patricia Highsmith. 

El nombre de la rosa, Umberto Eco.

El silencio de los corderos, Thomas Harris.

Deliverance, de James Dickey. 

Todo lo que muere, John Connolly.

El hombre más buscado, John Le Carré.

Misery, Stephen King.

Naturaleza muerta, Louise Penny.