Al escribir un relato o una novela tenemos que decidir cuál es el tipo de narrador qué más conviene de acuerdo a la historia que queremos contar (el tema, las sensaciones que se quieren transmitir y el nivel de empatía con el lector). Además, el narrador es un elemento de la narración con un papel muy importante a la hora de presentar la trama. Por lo tanto se debe crear con mucho mimo y dotarlo de características específicas.
En este post aprenderemos cómo funciona el narrador, cuáles son sus tipos y al final hay cuatro consejos para escoger el narrador ideal.

El narrador es la voz que cuenta la historia, ya sea desde adentro participando en ella como un personaje principal (ejemplo: «Corazón delator» de Edgar allan Poe), y otras veces desde afuera como si se tratase de un espectador o un testigo (ejemplo: «El coronel no tiene quién le escriba» de Gabriel García Márquez).
El narrador es un elemento que ofrece mucho juego en la construcción de la trama argumental y sirve para generar suspense e intriga.
TIPOS DE NARRADORES
NARRADOR PROTAGONISTA
Es el narrador que usa la voz del personaje principal (protagonista). Narra los acontecimientos que le sucedieron a él; desde su opinión, su perspectiva y sus emociones. Tampoco es omnipresente, es decir que no puede estar en varios lugares a la vez. Es muy importante tener clara la información que este personaje-narrador sabe para no cometer errores e inconsistencias. Puede sugerir y emitir juicios personales según su pensamiento. Por ejemplo, en el cuento «Casa tomada«, de Julio Cortázar el narrador es el protagonista y podemos notar que cuando habla de su hermana se refiere a lo que el ve de ella, como que teje mucho, que es paciente y se resigna a sus roles, pero no menciona sus pensamientos en ningún momento lo que ella hace cuando él no está. Al igual cuando menciona la fuerza extraña que está tomando la casa donde ellos viven, no da detalles más allá de lo que él conoce sobre ese ente maligno.
Emplea la primera persona gramatical (YO).
NARRADOR TESTIGO
Este narrador, al contrario del anterior, no es un personaje protagonista sino uno que ha participado o participa en la historia con menor influencia sobre los hechos principales.
Hay por lo menos tres tipos de narrador testigo según su implicación: un personaje secundario, un espectador (no participa en los acontecimientos pero los vio de cerca) y un informante (un periodista, un investigador, no vio los hechos pero los conoce a través de documentos varios). Por lo tanto este narrador también está limitado a lo que ve; a contar la historia desde sus apreciaciones, pudiendo sugerir lo que piensan los personajes o lo que cree que son las motivaciones de estos.
Un ejemplo es la novela «En nombre de la rosa«, de Umberto Eco, su narrador es un joven novicio, discípulo del protagonista, que muchos años después cuando es un anciano relata lo que sucedió en aquel entonces.
Puede emplear primera persona gramatical (YO o el NOSOTROS) si participa en los sucesos . Y la tercera persona gramatical (ÉL, ELLA, ELLOS, ELLAS) si estuvo fuera de los eventos.
NARRADOR ACTOR
También conocido como narrador en segunda persona. Es el que se dirige directamente al lector convirtiéndolo en el protagonista. Logra que el lector sea como un actor y participe en la historia, por lo tanto narra usando el tiempo verbal: presente. Es el usado en cartas («Ayer pensé en ti, en tus besos y tus palabras de amor. Nunca creí que fueras tan mentiroso»). Es un narrador poco común en las novelas porque tiende a cansar al lector, sin embargo, se puede usar en algunos pocos capítulos y sacarle bastante provecho.
En mi entrada: Aclara todas tus dudas sobre el narrador en segunda persona puedes encontrar ejemplos y mayor información.
Emplea la segunda persona gramatical (TÚ, TI, TE o USTEDES).
NARRADOR OMNISCIENTE
Este es el narrador más frecuente en la literatura. No se identifica con ninguno de los personajes de la historia. Lo sabe todo y lo ve todo (omnisciente y omnipresente) por lo que tiene la capacidad de informar al lector sobre los sentimientos, pensamientos y acciones de TODOS los personajes. Es una voz narrativa anónima pues se desconoce su identidad e incluso se puede confundir con el escritor. Este narrador puede explicar, juzgar, predecir y criticar comportamientos de los personajes.
Un ejemplo es la novela «Mujercitas» de Louisa May Alcott.
Emplea la tercera persona gramatical (ELLA, ÉL, ELLOS, ELLAS).
NARRADOR EQUISCIENTE
Este es el tipo de narrador que yo estoy usando en algunos capítulos de mi novela. Se trata de un narrador que cuenta la historia desde el punto de vista de un solo personaje, pudiendo meterse en su cabeza y contar lo que éste piensa, siente, ve y opina. En cambio, sobre los demás personajes de la historia, solo puede dar información limitándose a sus acciones y comportamientos.
Para entender mejor al narrador equisciente miremos el cuento «El pozo y el péndulo» de Edgar Allan Poe, su narrador sabe todo lo que ve, escucha, siente y piensa el protagonista; un hombre encarcelado por la Santa Inquisición. No ofrece detalles de lo que pasa fuera de la celda del protagonista, ni de quienes lo están torturando, etc.
En la saga «Canción de Hielo y Fuego«, de George R. R. Martin, el narrador varía el personaje de enfoque en cada capítulo. Incluso cada capítulo lleva el nombre del personaje
Emplea la tercera persona gramatical (ELLA, ÉL, ELLOS, ELLAS).

CONSEJOS PARA ELEGIR EL NARRADOR IDEAL
1. Imagina que atropellan a un motorista en una calle concurrida. Todos los presentes o involucrados viven el suceso de manera diferente, tienen una opinión y sensaciones diferentes: no es lo mismo el que va en la moto, que el que maneja el automóvil, o el que estaba en una esquina, que el que estaba en la tienda frente al lugar del arrollamiento, etc. Igual pasa con la historia que se va contar. Según quién sea que la cuente, ésta variará. ¿En qué? No solo en perspectiva sino también en emociones, opiniones y pensamientos. Tú debes analizar desde que ángulo quieres que el lector conozca la historia y las emociones que quieres hacerle sentir.
En el cuento clásico «Caperucita roja» el narrador es omnisciente, está ajeno a la historia, ya que no es ni un testigo ni uno de los personajes, por lo que ofrece una visión panorámica de lo sucedido a todos los personajes usando la tercera persona gramatical. Pero imagina que la historia nos la contara la propia Caperucita (bien sea como narrador protagonista o como narrador equisciente) ¿qué nos podría revelar ella? Esto haría al lector empatizar más con su punto de vista. Ahora bien ¿Y si la historia nos la contase el Lobo? ¿qué diría? nos arrojaría detalles de lo que pensaba, sentía, veía y olía el Lobo, etc. Ahora imaginemos que el narrador es un testigo por ejemplo la capa roja de Caperucita, narrando solo lo que ella logra ver y oír, dándo una visión diferente de los hechos, dejándo espacio a la imaginación del lector y generando misterio.
El escritor tiene que mirar la historia que va a contar desde diferentes ángulos.
En la novela «Lolita«, de Vladimir Nabokov, uno de los narradores es un personaje principal, un pederasta que intenta persuadir al lector para que empatice con sus deplorables acciones.
2. Otro aspecto que debes tener en cuenta es qué persona gramatical (primera, segunda o tercena persona). Se deben estudiar los pros y contras de cada tipo. Cada uno tiene sus limitaciones. Puedes probar escribiendo un fragmento o párrafo de tu relato empleando las diferentes personas gramaticales o al menos con la que te encuentres indeciso.
En una novela se pueden usar dos o más narradores, generalmente variándolos entre capítulos. Sin embargo, esto no es recomendable para escritores noveles porque requiere gran dominio.
3. Debes establecer que es lo qué sabe y lo qué no sabe el narrador. Como escritor puedes jugar con esto para crear una trama emocionante haciendo una buena dosificación de la información.
Por ejemplo, un narrador testigo (de acuerdo a su identidad) puede conocer el presente, pasado o futuro de los personajes principales: ¿Es el mejor amigo, es un vecino, es la pareja, es un simple conocido?. Lo mismo sucede con el narrador protagonista el cual según sea el caso tendrá más o menos información sobre los otros personajes de la historia. En el caso del narrador omnisciente resulta más sencillo delimitar la información que maneja porque el no tiene barreras, lo sabe todo de todos los personajes.
4. Algunos narradores pueden permitirse la licencia de opinar, de hacer críticas sobre las conductas de los personajes, de hablar de temas morales, etc. Otros solo se limitan a describir las acciones de los personajes, o sea, se quedan neutrales ante los hechos. Piensa en qué favorece más a la historia que quieres contar, que le daría más fuerza.
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Hola Jhoanna. Me ha encantado tu publicación. Muy interesante y documentada de la que se aprende mucho. Te doy las gracias por ello.
También decirte que yo fui un poco osada ya que mi primera novela la escribí en primera persona y ambientada en dos épocas diferentes. En la primera hice analepsis para completar la historia y en la segunda la escribí a modo de diario. Lineal en el tiempo. Pero ambas en primera persona. Eso sí. Me costó mucho que se pudiera leer ágilmente. Un abrazo y de nuevo muchas gracias por todo
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Hola Ana. Muchas gracias, me da gusto que te haya servido el post :D. Y bueno creo que fuiste bastante osada, y me parece muy bien; hay arriesgarse a hacer cosas de un nivel de exigencia mayor, creo que lo fácil no nos enseña tanto como los retos.
Gracias por comentar.
Un abrazo!!
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Gracias, Janna, siempre aportando con solidez y sencillez para l@s escritor@s en aprendizaje -y me incluyo- y para tod@s quienes por fin se animen. Abrazo…
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Hola Alejandro 🙂 muchas gracias por pasar y comentar !! Un abrazo.
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