La serie coreana con la que más he llorado: ‘El cielo te está esperando’ (Move to heaven)

El cielo te está esperando (Move to Heaven o Mudanzas al cielo en Latinoamérica) es una serie coreana original de Netflix que se lanzó en la plataforma el 14 de mayo de 2021. Un drama desgarrador con el que he llorado a mares.

Tiene 10 capítulos de entre 45 y 60 minutos de duración cada uno y gira entorno la muerte y el duelo.

Con tono respetuoso y sensible, la serie consigue trasmitirnos esperanza y hacernos reflexionar de forma positiva en temas como: la fugacidad de la vida, la fragilidad humana, la belleza de las pequeñas cosas, la necesidad de decir «te quiero» a nuestros seres queridos, la importancia de no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy y el sentido del perdón y la redención.

“Dicen que una persona muere tres veces. La primera es cuando su corazón deja de latir, la segunda es cuando la entierran y la tercera es cuando muere la última persona que la recuerda”.

Descubrí esta serie mientras investigaba sobre un servicio llamado Limpiezas traumáticas. Las personas que ofrecen este servicio lo que hacen es encargarse de limpiar y desinfectar lugares donde ha fallecido una persona ya sea de manera accidental, natural, por suicidio u homicidio. Los protagonistas de esta drama están relacionados con este inquietante oficio. Ahora te cuento más.

El argumento de la serie

La serie nos adentra en la vida de Han Geu-ru un joven de veinte años que vive con su padre Han Jeong-u. Han Geu-ru sufre del síndrome de Asperger, tiene una mente brillante y que ciertos problemas para la interacción social.

Han Jeong-u enviudó unos años antes y él es todo lo que tiene Han Geu-ru. Notamos rápidamente que la relación entre ellos es muy buena. El padre cuida del joven con respeto y amor, y lo está enseñado a llevar una vida lo más independientemente posible por si él llegase a faltarle algún día.

Además, padre e hijo trabajan juntos. Tienen una empresa familiar llamada «El cielo te está esperando» que ofrece el servicio de limpiezas traumáticas. Pero ellos no son como cualquier otro negocio de este tipo, ellos van más allá. Son empáticos con los familiares de los fallecidos y no hacen una simple limpieza o desinfección.

Buscan y almacenan en una caja amarilla las pertenencias más valiosas (emocionalmente) de los fallecidos y reconstruyen a través de ellas el relato de quienes fueron en vida. A veces, incluso, desentrañan sus secretos y cumplen con deseos que de otro modo quedarían en el olvido para siempre. Posteriormente entregan la caja a la persona correcta ayudando a los familiares tener un cierre adecuado y a sobrellevar mejor el duelo.

Una historia llena de giros

El primer giro de la serie lo encontramos hacia el final del primer capítulo. Ocurre un incidente que lanza a nuestro héroe Han Geu-ru hacia la «aventura». Ahora él tiene que hacerse cargo del negocio familiar, pero no por obligación, él ama la labor que hacía con su padre, es como su misión de vida.

En este punto aparece otro personaje importante para la historia, Cho Sang-gu el tío desconocido de Han Geu-ru. Quien, por si fuera poco, guarda un fuerte rencor hacia su hermano.

Cho Sang-gu, acaba de salir de la cárcel e irrumpe en casa de Han Geu-ru con actitud chulesca y fría, siendo evidente que no siente ningún aprecio por el muchacho. Sin más, le dice que va a vivir con él, que es su tutor. Una tarea que, Cho Sang-gu, no tiene ganas de ejecutar, pero a la que se ve obligado por conveniencia.

Minutos después llega el abogado del padre Han Geu-ru y le explica que su tío además de ser su tutor, trabajará con él en la empresa familiar. Todo durante un periodo de prueba de tres meses.

Detrás de cada persona fallecida hay una conmovedora historia

Detrás de cada persona fallecida hay una conmovedora historia. Han Geu-ru, tal como hacía con su padre, descubrirá estas historias a partir de los objetos que han dejado. Un trabajo que a alguien como Han Geu-ru le resulta emocionante y en cierto modo sencillo ya que tiene una gran sensibilidad y una memoria prodigiosa.

Han Geu-ru y su tío tendrán casos de personas que mueren en la soledad de su hogar, ya sea por accidentes, abandono, enfermedad o, incluso, suicidio y homicidio.

El protagonista y el síndrome de Asperger

Han Geu-ru tiene una memoria prodigiosa, una característica de las personas que padecen el síndrome de Asperger. Tiene dificultades para la interacción social. De niño no hablaba y empezó a comunicarse con sus padres mediante lengua de señas o signos. Habla como si fuera una IA (y una enciclopedia), sus gestos son mecánicos y no suele mantener contacto con la mirada. Además, le incomodan los abrazos y los gestos de afecto. Sin embargo, es un joven bondadoso al que su padre enseñó buenos valores y autonomía. Le gusta hacer el bien y le cuesta entender a los que actúan con malicia, tampoco entiende el sentido figurado de las palabras, como por ejemplo, una broma o una ironía.

Otra cuestión interesante en este personaje y en las personas con Asperger, es que se resisten a los cambios, para ellos sus rutinas son importantes. Sienten la necesidad de acabar con las tareas que empiezan y esto les causa mucho estrés. Por eso veremos que a Han Geu-ru en ocasiones no puede ni dormir intentando descifrar los enigmas que rodean a los difuntos. No es hasta que los descifra y consigue entregar las pertenencias de los difuntos a la persona correcta que consigue estar satisfecho.

Flashbacks, verdaderas vueltas de tuerca

En algunos capítulos el director se vale de flashbacks para que conozcamos el pasado de los protagonistas. Estos flashbacks son momentos claves que nos ayudan a comprender mejor las motivaciones y conflictos internos de los personajes. Muchos de ellos se convierten en verdaderas vueltas de tuerca.

Me conmovió e impactó la historia de Han Jeong-u, el padre Han Geu-ru, a quien seguiremos conociendo gracias a estos saltos al pasado. Pero me morderé a lengua para no hacer spoilers.

También descubriremos qué pasó con la madre de Han Geu-ru y las razones por las que Cho Sang-gu odia a su hermano Han Jeong-u.

Un retrato de los problemas sociales de la sociedad coreana

La serie pone en evidencia varios problemas de la sociedad coreana como son:

Peleas ilegales y apuestas.
Violencia doméstica.
Feminicidio.
Abandono infantil.
Adopción de bebés surcoreanos en el extranjero.
Desprotección laboral.
Acoso escolar.
Soledad y el abandono de ancianos.
Homosexualidad y homofobia.

Mensajes que nos tocan el corazón a través de personajes únicos, muy bien interpretados. Porque hay que decirlo, los actores y actrices hacen un trabajo de interpretación impecable.

Sobre la colección de ensayos que inspiró la serie

Los guionistas de El cielo te está esperando se inspiraron en el libro Things Left Behind escrito por Kim Sae-Byul, un ex limpiador de escenas traumáticas. Publicado en 2015 es un ensayo en que el autor narra sus vivencias y comparte diferentes maneras para lograr superar el miedo a la muerte. También alerta sobre el peligro de desatender a los más vulnerables y anima a realizar pequeños actos para prevenir sus muertes: mostrarles amor, telefonearlos todos los días, dedicarles tiempo de calidad y evitar que vivan en soledad.

Las mejores frases de El cielo te está esperando

“La gente deja cosas atrás cuando muere. Nosotros contamos sus historias a través de esas cosas”.
“A veces, lo único que le queda a quien se ha ido es el perdón”.
“Aunque se hayan ido, sus historias siguen aquí”.
“Dicen que una persona muere tres veces. La primera es cuando su corazón deja de latir, la segunda es cuando la entierran y la tercera es cuando muere la última persona que la recuerda”.
“Está bien llorar. Solo significa que tienes un buen corazón”.
“Puede que no seamos una familia, pero podemos estar ahí el uno para el otro”.
“El mundo no siempre es justo, pero podemos elegir cómo reaccionamos ante él”.
“Mientras alguien te recuerde, tu historia seguirá viva”.
“Quizás no podamos salvar a todos, pero podemos intentar marcar una diferencia”.
“En los momentos de tranquilidad que siguen a una pérdida, se revelan historias, se crean conexiones y comienza la sanación”.