Consejos para escritores

¿Funciona escribir bajo presión? Mi experiencia en el NaNoWriMo


Aquí estoy posando orgullosa con el certificado que otorga el NaNoWriMo al ganador.

El 30 de noviembre a medianoche finalizó el reto de escritura NaNoWriMo y pocas horas antes logré completar las 50.000 palabras de mi novela, Cuando eclosionan las sombras. ¡Yupi! La satisfacción fue enorme y lo celebré como un hito en mi crecimiento como escritora. Poder escribir mi novela casi al completo (solo me quedan dos o tres capítulos para dar por acabado el primer borrador) rompiendo con excusas como la falta tiempo, la falta de inspiración, el miedo a la página en blanco y sorteando cualquier bloqueo creativo ha sido grandioso.

Hoy quiero contarles cómo completé el reto, todo lo que aprendí por el camino y sí escribir bajo presión realmente sirve de algo.

Algunos escritores están en contra de escribir bajo presión

El reto del NaNoWriMo es básicamente escribir bajo presión y eso para muchos escritores significa poner en riesgo su creatividad. Dicen que cuando se presionan su pluma pierde frescura y espontaneidad y, además, que suelen bloquearse.

Pero lo cierto es que la presión ni arruina la inspiración ni entorpece la libertad creativa. Es más bien algo que nuestro cerebro cree erróneamente.

Cuando te pones a escribir, la inspiración aparece.

Por otro lado, el bloqueo puede prevenirse cumpliendo con la fase de la pre-escritura que no es otra cosa que la preparación previa a la escritura. En ella hacemos un resumen detallado de la trama, construimos a los personajes y pensamos en otros elementos de la historia como por ejemplo el narrador o punto de vista. En otras palabras, planificación pura y dura.

No tener claro hacia donde queremos que vaya la historia es la principal razón por la que en ciertos momentos somos incapaces de seguir escribiendo.

Antes de sentarte a escribir primero tienes que darte un tiempo para armar tu idea, testearla, imaginar a tus personajes en la escenas y construir la trama en tu cabeza. Esto es básico para que al estar frente al ordenador con la meta de escribir una cantidad de palabras en determinado tiempo, puedas lograrla.

No significa que obligatoriamente debas convertirte en un escritor de mapa, pero sí debes trazar un esquema de la historia. La profundidad y el detalle que quieras darle es cosa de cada escritor. En mi caso fui bastante minuciosa pues era mi primera novela y mi primer NaNoWriMo. Pasé meses elaborando una escaleta en la que describí brevemente lo que sucedería en cada capítulo, desde los personajes principales que intervenían en las escenas, el narrador, el tono, hasta los escenarios en que ocurrían. Y aún así pude escribir con libertad; se me ocurrieron ideas geniales para nuevas escenas y añadí dos capítulos nuevos que no tenía previstos en mi escaleta. Me dejé llevar un poco por lo que me pedía la historia.

Sí NO hacemos este trabajo previo podemos perdernos con facilidad durante la escritura; corremos el riesgo de quedarnos dando vueltas o de atascarnos en el barro sin saber como resolver los problemas de la trama. Lo que se traduce en pérdida de tiempo ya que seguramente escribamos párrafos y párrafos innecesarios que luego habrá que tirar a la basura. O peor aún, podrías empezar queriendo que tu protagonista acabe en una playa de Hawái tomándose una piña colada con dos amigas, pero acabar con tu protagonista amarrada a un marido que no se puedo quitar de encima (de manera creíble) en los últimos capítulos de la historia.

¿Funciona escribir una novela bajo presión?

Te puedo asegurar que sí. Yo conseguí un buen resultado; tú también puedes.

No creo que la calidad de un primer borrador escrito bajo presión diste mucho de uno escrito a ritmo libre. De ambos procesos obtendremos un texto que requerirá mucho acicalamiento durante la fase de reescritura. Recuerda que por ley un primer borrador es una versión totalmente indigna de enseñársela a otros (a menos que seas un Stephen King o un RR Martin).

Lo que sí marcará una diferencia en el resultado es lo que hablamos antes: hacer un buen trabajo previo o de pre-escritura.

¿Cómo logré completar el NaNoWriMo?

Mi certificado por alcanzar las 50.000 palabras.

El día a día del NaNoWrimo lo afronté poniéndome metas diarias de palabras sin pensar en las 50.000; me concentraba únicamente en mi cifra diaria. Cada día al comenzar una nueva jornada leía lo que tenía apuntado en mi esquema y ya sabía por donde debía continuar. Cuando era necesario leía el último párrafo que había escrito el día anterior.

Escribí cada día durante los 30 días del reto. No me di ni un día libre. Me daba terror atrasarme. Además, me di cuenta que a medida que se afianzaba el hábito iba soltando mejor las letras y todo fluía mejor.

Mientras escribía evité hacer estas tres actividades:

  • Revisar y corregir. Es difícil no sucumbir a la tentación de volver sobre lo escrito para perfeccionar algunos párrafos (nunca estamos conformes al cien porciento), pero lo cierto es que retrasa y roba concentración.
  • Documentación. Para evitar perder horas documentándome, lo que hice fue que en mi texto fui marcando con resaltador amarillo aquellas partes que requerían documentación.
  • Aplicar nuevas ideas. A veces cuando estaba escribiendo un nuevo capítulo se me ocurrían ideas para mejorar alguna escena de un capítulo anterior, así que fui tomando notas de ellas para tomarlas en cuenta duranta la fase de reescritura.

Aun así hubieron días que no cumplí con los mínimos requeridos, por lo que en la cuarta semana mis mínimos eran mayores que al inicio de mes, teniendo que escribir 2.000 palabras diarias. Pero más que un problema de falta de ideas o inspiración fue un problema de salud que se me presentó. Y creo que sino hubiera sido así hubiera acabado antes el reto.

En esta gráfica pueden observar que tuve días de bajón y unos pocos por encima de los 2k. Pero ninguno con cero palabras. Mi día más bajo rondó las 700 palabras.

Con el NaNoWriMo aprendí que...

Durante el reto NaNoWriMo pude sacar lo mejor de mí.

Aprendí que la presión no limita la libertad creativa. Incluso, en lugar de ser negativa puede ser muy favorable dando lugar a historias maravillosas y sorprendentes.

Aprendí que, por lo general, cuando decimos que no tenemos tiempo para escribir solo estamos intentando sentirnos mejor ante nuestra falta de compromiso y organización.

Aprendí que la inspiración llega mientras estamos escribiendo, así que hay que ponerse. Forzarla y vendrá. Porque preferir esperar a que llegue la inspiración solo consigue que nuestras obras avancen a paso de tortuga.

Como dijo Picasso: «Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando».

Te leo en los comentarios 🙂

Cuando publique mi novela la portada no será tan penosa, lo prometo.

2 respuestas a “¿Funciona escribir bajo presión? Mi experiencia en el NaNoWriMo

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